martes, 17 de enero de 2017

¿SE VALE QUERER CAMBIAR EL MUNDO?


¿SE VALE QUERER CAMBIAR EL MUNDO?

"Me levanto por la mañana, me debato entre el deseo de mejorar el mundo y el deseo de disfrutar del mundo. Esto hace que sea difícil planificar el día". 

E.B. White

Cada mañana millones de seres humanos nos despertamos desde la parte del planeta en la que nos haya tocado vivir, de estos millones, cada mañana muchos  empiezan su faena de manera rutinaria, y a veces hasta un mucho negativamente.  Cada mañana muchos millones menos, comienzan su labor de manera alegre, gozosos. Más, ¿cuántos miles de estos millones que quedaban te gusta para que estén ocupando su día en algo que impacte en una mejoría para el mundo que en que reposan?

Lo cierto es que quizá sean tan sólo unos muy pocos millones si no es que unos cuantos miles, los que tengan la agudeza de pensar en algo más que no sea tan sólo en los problemas propios, y estos seguramente en quién sabe cuántas ocasiones han sido no entendidos sino es que hasta tachados de "locos" por su afán de modificar positivamente su entorno.

Y es que lo que también es cierto es que el humano tiene, como bien lo indica White (arriba citado), esa disyuntiva entre disfrutar o trabajar por el espacio que lo circunda, y en esta difícil disputa la búsqueda del placer y la comodidad (como en otros aspectos de nuestra vida) casi siempre sale ganando.

Pero realmente se vale soñar con mejorar en algo nuestro alrededor, ¿será valido el orgullo de sentirnos "seres superiores" y capaces de realizar tales proezas? ¿no será acaso que tienen la razón aquellas personas que creen que como han nacido deben terminar, aquellos mismos que piensan que no hay nada que hacer en ningún sentido por la vida, pues de todas formas todo seguirá igual, en camino al declive y a  nuestra propia aniquilación?
  
Te aseguro que no será aquí que hoy se te responda, será tal vez en el momento en que veas a los ojos a alguno de tus pequeños; cuando vivas el amor de aquel ser a quien tu alma ama tanto; cuando te venga a la mente el deseo de parecerte a aquel ser a quien más has admirado; cuando te veas al espejo y veas el escurrimiento pesado del tiempo en tu cara; o cuando le lleves flores, sea al panteón o a tu pensamiento, a unos de aquellos dos que te dio la existencia . Seguramente en algunos de esos instantes aparecerá, si no es que en algún otro que la vida te descubra, pero la respuesta a si vale esforzarte o no, te vendrá.




Coincido firmemente con lo que cierto pensante dijo alguna vez, "Un mundo mejor sólo se puede hacer con seres humanos mejores". Así que mientras tengamos un cachito de vida por vivir, debemos construir los puentes, esos puentes que tarde o temprano generen el cambio y el mejoramiento integral de nuestro ser, de nuestros circundantes, de la naturaleza, del espacio, y de todo aquello que nos acompaña. De otra manera, si llegamos a mañana (nosotros o alguno de nuestros descendientes) no lloremos por el desierto emocional y físico en que habremos convertido este maravilloso paraíso, mismo que aún herido sigue mostrándonos en cada uno de sus amaneceres cuán afortunados somos de seguir aquí, contando con tantas posibilidades.



"Un lugar para mejorar el mundo por primera vez es el propio corazón, la cabeza y las manos"

Robert Pirsig


Por ello, hoy no me quejo. Hoy te invito a que no te quejes, a que empecemos por tomar nuestras manos, nuestra cabeza y nuestro corazón, y... a trabajar por ellas, contentos de pertenecer a ese selecto grupo de locos... esos, a los que el mundo llama soñadores.

Te dejo ya, gracias por leerme, gracias por tener paciencia de esperar a que mi camino volviese a encontrarse con el tuyo, gracias por formar parte de mis locuras. Perdón por desaparecerme tanto tiempo. ¡Gracias mundo, por inspirarme a seguir!

Te dejo aquí otros sitio donde puedes encontrarme. https://www.youtube.com/channel/UCVwIgYhBoELgqoY2LbqAPLw

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